El 27 de enero de 1926 el
escocés John L. Baird consigue atraer hasta una buhardilla del Soho londinense
a los miembros de la Academia de las Ciencias Británica. Allí van a contemplar
la primera transmisión de imágenes tomadas con cámara desde otra estancia con
un éxito completo.
Con este hecho comienza el
desarrollo de la televisión en Inglaterra. En 1934 ya hay en el Reino Unido
unos 15.000 aparatos y así hasta que en 1939 cuando un locutor de la BBC
interrumpe las aventuras del ratón Mickey para anunciar que Alemanía había
invadido Polonia. Se suspenden las emisiones durante toda la 2ª Guerra Mundial
y al día siguiente de su finalización, el mismo locutor aparecería, con cara
sonriente, anunciando el fin del conflicto y que se continuaba la emisión de la
película de dibujos animados interrumpida en 1939.
En España, las primeras
pruebas datan de 1932, cuando el ingeniero catalán Vicente Griñán instaló en su
casa un aparato receptor importado de Inglaterra; hizo diversas pruebas y en
una de ellas falleció a causa de una explosión. Un poco después, Joaquín
Sánchez-Cordovés, ingeniero de comunicaciones, conoce los experimentos que está
llevando a cabo Baird en Inglaterra y Zworykin en Estados Unidos y, siguiendo
las indicaciones del primero, construye personalmente los elementos
imprescindibles para llevar repetir con éxito, en 1934, el experimento de Baird
ocho años atrás. El lugar es la sala Werner en las Ramblas barcelonesas.
La Guerra Civil interrumpe
el desarrollo de estos trabajos, aunque el 25 de noviembre de 1938 se inaugura
un servicio de fonovisión, regalo personal del Hitler a Franco, pero todo quedó
arrumbado, ya que la economía no estaba para estos experimentos.
Hay que esperar hasta 1947,
cuando se crea el Laboratorio Central de la Dirección General de Radiodifusión
y se encarga al citado Joaquín Sánchez-Cordovés la implantación de una emisora
de televisión.
Va a ser en la Feria de
Muestras de Barcelona de 1948 cuando se pueden contemplar las primeras imágenes
en un stand instalado por Phillips Ibérica, que llegan desde la emisora situada
en el Palacio Central, a unos 200 metros de distancia.
La oponente de Phillips, la
RCA intenta superar la emisión anterior cuando quiere transmitir en directo una
novillada desde la plaza de toros de Vista Alegre al Círculo de Bellas Artes.
La espectación fue enorme, pero la transmisión fue un fracaso, ya que solo se
veían sombras, por lo que se les tuvo que devolver el dinero a los
espectadores.
Al año siguiente, 1949,
comienza a cargo del Estado, un periodo de pruebas para la implantación de la
televisión. La primera se hizo con dos cámaras colocadas en el balcón del Círculo
de la Unión Mercantil que captaban el tráfico de la Gran Vía madrileña. Esas
imágenes se transmiten a una serie de receptores instalados en despachos de
altos cargos, los cuáles, a la vista del éxito, deciden que el invento merece
la pena.
Aparece el primer
organigrama con Joaquín Sánchez-Cordovés como responsable técnico. La dirección de programación se le
confía a José Luís Colina, que se responsabiliza de las primeras emisiones
desde un chalet del Paseo de la Habana. En esta época se incorpora Laura
Valenzuela, y después serían Jesús Álvarez, David Cubedo, Matías Prats, Juan
Martín Navas... la mayoría de los cuáles pertenecen a emisoras de radio
estatales.
En 1953 se trae el equipo
usado en Barcelona, aumentando su potencia para poder utilizarlo en la
transmisión de programas de variedades desde la plaza de toros de Vista Alegre.
Antes de empezar la emisión se llamaba por teléfono a todas las casas con
televisor para comunicarles que iba a comenzar, y al finalizar se hacía lo
mismo para ver las incidencias de la recepción.
En 1954 se retransmite el partido entre el Real Madrid
y el Racing de Santander, con Juan Martín Navas como comentarista.
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