Los dramáticos se inician
con el nacimiento de TVE y la llegada al mismo del director teatral Juan
Guerrero Zamora. Cinco meses después de la inauguración de las emisiones desde
el Paseo de la Habana, Guerrero Zamora asume el montaje y emisión de la obra de
Eugene O´Neill, “Antes del desayuno”. A partir de esa fecha, dicho director
dirigirá más de 250 obras en dos años.
Los primeros dramáticos se
emitían los miércoles bajo el título genérico de “Teatro de TVE”, para
enseguida pasar a titularse “Fila 0”.
La etapa de asentamiento de
los dramáticos se puede situar con el nacimiento de “Gran Teatro”, programa que
se prolonga durante tres temporadas y en él se difundía obras de teatro clásico
y en verso.
A partir de 1962 se inicia
una etapa de gran explendor debido, posiblemente, a la competencia, ya que a
Guerrero Zamora se unen otros directores como Pedro Amalio López, Alberto
González Vergel, Cayetano Luca de Tena, Alfredo Castellón y Marcos Reyes.
En 1965 se emite un
auténtica bomba dentro de los programas dramáticos, se trata de “Las brujas de
Salem”, dirigida por Pedro Amalio López; a ésta siguió “Julio César y
“Rinoceronte”. Ya comenzaba a trabajarse mejor puesto que se dispone de platós
más amplios.
Aparece Gustavo Pérez Puig,
el cuál domina la técnica y es la suya una realización equilibrada. Entre sus
múltiples éxtiso ha quedado para siempre la versión de la obra “Doce hombres
sin piedad”.
Con el nacimiento de la
Segunda cadena, los dramáticos tuvieron una mejor acogida, gracias a que su
director, Salvador Pons, se propuso que los mismos ocupasen un lugar importante
en la misma, incorporando nuevos valores que llegaban de la Escuela Oficial del
Cine y de grupos independientes de teatro. A Prado del del Rey llegan Josefina
Molina, Antonio Mercero, Claudio Guerín, Angelino Fons, José Luís Borau, Miguel
Navarro o Jaime Azpilicueta. Estos llevaron a la cadena éxitos como “Electra”,
“Medea”, “La Celestina”, “Ricardo III” o “Fausto” (en esta obra debutó en TVE
Nuria Espert). Un nuevo espacio nace después, “Hora once”, que usa el teatro
breve para la formación de nuevos realizadores y guionistas. Dos mujeres, las
primeras realizadoras de TVE, triunfan también en la UHF, son Josefina Molina y
Pilar Miró, teniendo ésta última uno de los mayores éxitos con “Un cuento
californiano”, en el que trató este western como nunca se había tratado al
lejano oeste americano, por lo que alguien calificó a Pilar Miró como el “John
Ford con faldas”.
En 1971, al ser nombrado
Salvador Pons como director de la Primera cadena, aterrizó en ésta con grandes
espacios dramáticos, obras como “El motín del Caine”, “Irma la dulce”, “Seis
personas en busca de autor” o “El pecado de Mary Duncan” son grandes éxitos
entre los seguidores del teatro.
Un espacio de la Segunda
cadena, “Ficciones”, realizado en los estudios de Miramar, sirvió como
lanzamiento de buenos realizadores catalanes, como Esteban Durán, Antonio Chic
o Sergio Schaff.
A partir de 1976, durante la
transición, los espacios dramáticos sufren un parón, solo explicable por la
eclosión política que el medio sufre. La producción propia de TVE va
disminuyendo y la emisión del mítico “Estudio1” va espaciándose. No obstante,
en 1979, se llegan a emitir 35 obras en dicho espacio de los miércoles por la
noche, con obras de autores como Miguel Mihura, Muñoz Seca, Álvaro de
Laiglesia, José Mª Pemán, Jardiel Poncela, Alfonso Paso, Casona, Antonio Millán
o Calvo Sotelo
En 1982, con el Mundial de fútbol y la llegada de
Calviño, apenas se presta atención a los dramáticos por el tema de la
rentabilidad (se dice que con lo que cuesta producir una obra teatral se pueden
adquirir una serie completa de telefilms). El teatro está prácticamente muerto,
siendo el último intento la grabación, en locales comerciales, de las obras que
en ellos se representan para luego emitirlas los la televisión.
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