A finales de 1959, España
inicia su camino televisivo hacía Europa y se conecta con Eurovisión para
servir imágenes del partido entre el Real Madrid y el Niza, mediante la
construcción de una torre repetidora de 40 m, de altura en la ermita de San
Grau, cerca de San Feliú de Guixols, que recogía imágenes procedentes del
Tibidabo y las reenviaba a la de
Perthus, al otro lado de los Pirineos. El 18 de mayo de 1960 nos toca a nosotros
recibir imágenes del exterior, cuando se nos envía en directo la segunda parte
del partido Einstrach de Francfort-Real Madrid, en la que el equipo español
conseguía su quinta Copa de Europa.
En el tema de los musicales,
se generaliza el “play back”, siendo la primera en usarlo Elder Barber,
interpretando “La casita en Canadá”. Hay protestas, y TVE justifica el hecho en
la imposibilidad de situar la orquesta, dado la pequeñez del plató.
No obstante, siguen los
programas musicales en directo, como ocurre en “Primer aplauso”, primer
programa donde noveles intérpretes intentan saltar a la fama, destacando en la
primera temporada la cantante Gelu, una chica granadina que después obtendrá un
relativo éxito en el mundo de la canción.
En Barcelona siguen
apareciendo nuevos programas con suerte desigual; nacen “Estilo”, “Tercero
derecha” y Carrusel”, éste último supone el debut de Joaquín Soler Serrano, que
sería una figura importante en TVE durante más de 15 años.
El invento del magnetoscopio
(grabación de lo rodado en una cinta para su posterior emisión) es
revolucionario, ya que permitirá mejorar la calidad de los programas, y además,
a partir de entonces se pudo almacenar parte de lo que se emitía, con lo que ha
podido llegar hasta nuestros días.
Durante 1960 se produce la
incorporación definitiva de TVE a Eurovisión, con lo que pueden verse en España
grandes acontecimientos, como la boda de Balduino de Bélgica y Fabiola de Mora
y Aragón, comentado por Federico Gallo y Eduardo Sancho. La retransmisión fue
un éxito, tal y como quedó reflejado en los diarios de la época. Los Reyes de
ese año llegaron cargados de televisores y de letras que luego había que ir
pagando como se pudiera.
A finales de ese año, la
televisión llega al País Vasco gracias a la emisora de Sollube; mientras que el
año siguiente llegaría a Andalucía (a través de la emisora de Guadalcanal) y a
Galicia (a través de la emisora de Monte Pedroso). El año 60 se despide después
de que TVE haya ingresado casi 34 millones de pesetas de publicidad,
emitiéndose una media de 40 horas semanales.
En el año siguiente van
apareciendo nuevos programas de producción propia, como es espacio de humor “La
tortuga perezosa”, con diversos sketchs escritos por Víctor Valdorrey y José
Luís Coll, colaborando también Chummy Chumez. Álvaro de Laiglesia debuta con
“Consultorio”, en el que se hace célebre su frase “Usted pregunte lo que
quiera, que yo le contestaré lo que me dé la gana”; en este espacio colabora
Tip, con lo que se hacen vecinos de programas y una década después se
convertirían en una de las parejas de humor de los setenta.
Mientras tanto, en Miramar,
trabaja Arthur Kaps, director y realizador de marionetas en el programa llamado
“Lo que cuenta la tía Cristina”, en las que Herta Franckel hila cuentos e
historietas con una serie de muñecos entre los que pronto destacará la perrita
Marilyn. Paralelamente aparece en también Franz Joham, que protagoniza (con su
inseparable Gustavo Re) un sketch en “Club del martes”; meses después el
programa pasa a denominarse “Amigos del martes” con Johan como presentador,
siendo un éxito rotundo, llevando al mismo grandes figuras internacionales como
Sacha Distel, Francois Hardy, Becaud, Aznavour, Alain Barriere, Juliette Grecó,
Dalida, Bobby Solo, Gigliola Cincuetti, Adamo o Rita Pavone.
En 1961 la televisión sigue
creciendo, ya emite 51 horas semanales, facturando casi 85 millones de pesetas
de publicidad.
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