Tras
la aprobación de las cadenas privadas, se creó la sociedad Gestevisión
Telecinco S.A., con un capital social de 12.000 millones de pts, siendo algunos
grupos de los que formaron su accionariado la ONCE y el Grupo Anaya. El 25 de
agosto de 1989, el Consejo de Ministros les concedió la licencia televisiva,
quedando fuera Univisión Canal 1 y Canal
C.
Miguel
Durán, director de la ONCE, fue nombrado presidente ejecutivo y Valerio
Lazarov, director general. Así, el 3 de marzo de 1990 abría sus emisiones con
una gran gala inaugural titulada “Por fín, juntos”, desde el Teatro Lope de
Vega de Madrid, siendo presentada por Victoria Abril y Miguel Bosé.
Posteriormente se emitió la película “En busca del arca perdida” y una velada
de boxeo. Al comienzo solo se emitía para Madrid y Barcelona, pero un año
después ya se veía en toda España.
Con
Lazarov, la primera etapa de Telecinco se inspiró en la Cinco italiana, y
ofrecía una programación basada en el entretenimiento, con espacios de humor,
variedades y concursos (“VIP”, “Tutti frutti”, “Su media naranja”, “Telecupón”,
“Humor amarillo”, “Entre platos anda el juego”, “Goles son amores” o “Queridos
padres”). Esto hizo aumentar rápidamente sus audiencias y pronto se pondría a
la altura de TVE.
Después
llegarían formatos de programas destinados al público juvenil, como “La quinta
marcha” o “Hablando se entiende la vasca”, además de series como “Twin Peaks” o
“Sensación de vivir”. Los informativos fueron un poco los olvidados.
A
partir de 1993, la fórmula Lazarov empezó a sufrir un fuerte desgaste, siendo
desbanca la cadena por Antena 3, que el arrebató también a alguno de sus presentadores.
Esto, unidos a fuertes pérdidas económicas hizo que fuese sustituído por
Mauricio Carlotti, el cuál comenzó aplicando drásticos recortes en gastos con
el despido del 40% de la plantilla, lo que provocó la primera huelga en una
televisión privada en España.
En
1995 se incorporó a la cadena Mikel Lejarza, con lo que se inició una
importante renovación de contenidos, con programas innovadores como “Esta noche
cruzamos el Mississippi”, “¿Qué me dices?” o “Caiga quién caiga”. También hubo
acierto con la serie “Médico de familia”, que mantuvo una cuota de pantalla del
45% durante sus nueve años de emisión. El éxito de esta serie hizo que, a
finales se los 90 y principios del nuevo siglo, se apostara por nuevas series
propias de gran éxito como “El super”, “Al salir de clase”, “Periodistas”, “7
vidas”, “El comisario” u “Hospital Central”. Mientras que entre las series
extranjeras tenemos “Expediente X” o “Ally McBead”.
Tras
la salida de la ONCE, en 1996, se incorporó al accionariado el Grupo Correo
(actualmente Vocento), eligiendose a Alejandro Echevarría como sucesor de
Miguel Durán. Ese mismo año, para fortalecer la franja maitnal, se ficha a
María Teresa Campos, que se puso al frente de “Día a día”, que mantuvo la cuota
de audiencia del 26% en sus ocho años de emisión.
A
partir de 1997, se apostó por ampliar y potenciar los informativos con la
puesta en marcha de “La mirada crítica”. Por otro lado, Javier Sardá sustituyó,
en la franja nocturna, a Pepe Navarro, con su programa “Crónicas marcianas”.
En
marzo de 1999, Carlotti pasó a la vicepresidencia, siendo nombrado en su lugar
Paolo Vasile, y con él la programación de Telecinco giró en buena parte
alrededor de la telerrealidad (o como algunos llaman “telebasura”).