TVE cumple un año y ya hay
en Madrid unos 25.000 televisores, a pesar de lo prohibitivo de su precio, unas
30.000 pesetas, cuando el sueldo medio de un trabajador no llegaba a las 1.000
pesetas mensuales. La programación, que dirige Victoriano Fernández Asís, pasa
de 21 horas semanales de 1957 a 29 en 1958, y la factura publicitaria importa
ya más de 4 millones de pts. Por entonces los precios de las cuñas
publicitarias tenían un precio bastante módico: las cuñas vivas de 10 segundos
costaban 2.000 pts; las de 30 eran 5.000; y los films mudos de 15 segundos,
2000 pts. En cuanto a patrocinio de un programa de 1 hora con derecho a 6
minutos de publicidad tenía un precio de
15.000 pts.
Ese año se hace el primer
control de opinión y las notas que los telespectadores conceden a TVE son
excelentes (entre el notable y sobresaliente según los programas), siendo los programas
más valorados los de variedades e informativos.
Cuando comienza 1959 hay
alrededor de 50.000 televisores en España, de ellos unos 5.000 en Barcelona,
pero desde el verano anterior el ingeniero Joaquín Sánchez-Cordovés trabaja en
la instalación en Barcelona de un centro que pueda producir programas, lo que
dispara la venta de televisores en la ciudad catalana, y llega el paroxismo con
el anuncio de la transmisión del partido entre el Real Madrid y el Barcelona,
afirmándose que en la semana anterior a dicha transmisión se vendieron más de
6.000 aparatos.
El 14 de julio de 1959
comienzan las emisiones desde el antiguo restaurante de Miramar, cedido por el
ayuntamiento de Barcelona, con un programa de media hora. Pronto nacen los
primeros programas hechos en Barcelona, un concurso, “X-O da dinero”,
presentado por Juan Viñas y ”Club Miramar”, espacio de variedades presentado
por el polifacético Mario Cabré. En este programa va a debutar Federico Gallo,
quién realizaba entrevistas a personajes populares.
Llega la Semana Santa y TVE
va a ser un reflejo del ambiente que domina la vida española: cierran los cines
y las emisoras de radio emiten música sacra. En TVE, de lunes a miércoles, la
pequeña pantalla de llena de conciertos sacros y pláticas religiosas, con la
excepción de dos dramáticos (Cristo bajo la escalera y El Cristo de Acab). A
partir del Jueves Santo se suspenden las emisiones hasta el Domingo de
Resurrección.
Poco después se pone en
marcha la emisora de Navacerrada, lo que permite aumentar la audiencia con las
provincias de Castilla-La Mancha, a las que se unirán la zona de Levante en
febrero de 1960.
En otoño, Juan Guerrero
Zamora, bajo del nombre de “Gran Teatro”, monta varias obras de teatro, entre
otras “Don Juan Tenorio” con Valeriano de Andrés y Maruchi Fresno; “En Flandes
se ha puesto el sol”, “Julio César”, “La vida es sueño” o “Los melindres de
Felisa”.
El 15 de noviembre da
comienzo “Gran Parada”, que durante tantos años va a ser el programa de
variedades por definición, con actuaciones como las de Antonio y su ballet, los
Niños cantores de Viena o Lola Flores.
En esta misma temporada,
Jaime de Armiñán presenta su “Galería de maridos” y Agustín Isern la serie
“Palma y Don Jaime”.
Durante 1959 se multiplican por cuatro los ingresos
publicitarios y se sobrepasan las 35 horas semanales de emisión, pero, sobre
todo, se da un cambio cualitativo en la calidad de los programas, que mejoran
sensiblemente gracias a las mejoras técnicas y a la experiencia que el personal
va acumulando.
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