En 1965 se hacen las
primeras pruebas para la implantación de una segunda cadena, denominada UHF, y
pronto América y Europa se conectarían vía satélite: nace Mundovisión. En ese
mismo año se anula la aplicación de impuesto de lujo sobre la tenencia de
receptores de televisión, aunque en realidad había desaparecido mucho antes
porque prácticamente nadie lo pagaba.
Ese verano, unos avispados
empresarios taurinos firman con TVE un contrato para transmitir las becerradas
que se celebraban en Vista Alegre; el espacio se llamaba “Una oportunidad”,
aunque en el mismo aparecen muchachos que no saben sujetar una muleta o
esperpentos como “El platanito”. Se suspenden las transmisiones y las cámaras
se desplazan hacía un nuevo mito, Manolo Santana, que hace que los españoles
conozcan el tenis. Manolo con sus “dejadas” y Juan José Castillo con su “entró,
entró” popularizaron este deporte minoritario hasta entonces.
En octubre aparece un programa
que despierta sorpresa y polémica, se trata de “Objetivo indiscreto”. El
“cara”, Simón Cabildo, provoca a la gente, mientras las cámaras ocultas filman
las reacciones que se producen.
Reaparece Álvaro de
Laiglesia con una serie en el que debuta en TVE Alfredo Landa, se llama “El
tercer rombo”. También se estrenó este año “Conozca usted España”.
Aunque en este año Manuel
Fraga hace aprobar su “ley de prensa”, en la que el gobierno ya no censura,
pero vigila, con lo que nada cambia en los informativos.
El 15 de noviembre de 1966
se inaugura con carácter oficial la segunda cadena de TVE. En enero del año
siguiente comienzan las emisiones en la zona de Madrid y progresivamente, pero
muy lentamente, van llegando al resto de España. Se comienzan a hacer programas
específicos para esta cadena a los que se unen los ya emitidos por la primera
cadena. En verano de 1966 se encarga a Salvador Pons la dirección de la UHF, y
empieza a contar con personas que van a ser parte de la historia de la TVE.
Entran locutoras como Rosa María Mateo, Clara Isabel Francia o Elena Martí;
bucea en la Escuela de Cine o en los grupos independientes de teatro, y de ahí
salen Claudio Guerín, Mario Camús, Antonio Mercero, Miguel Narros, Josefina
Molina, José Antonio Páramo o José Luís Borau; guionistas como Julián García
Candau, Manu Leguineche o Juan Tebar. Con todos estos nombres, la UHF irá
creciendo y se convertirá en una alternativa a la primera cadena.
A estas alturas, diez años
después de la inauguración oficial, TVE ha pasado de 50 a 1.400 empleados. Es
la época de las series, con títulos como “Usted puede ser el asesino” con
narciso Ibáñez Menta, “Diego de Acevedo” de Luís Sosa; o “Y al final,
esperanza”, que supone el debut en TVE de Antonio Gala. Es la temporada inicial
del musical “Tele-ritmo”, ideado y realizado por José Mª Quero. En octubre de
1967 llega Alberto Closas como intérprete de “Las doce caras de Juan”; pero el
gran suceso creativo va a ser “El séneca”, presentado por su autor, José Mª
Pemán, y con Antonio Martelo en el papel de su personaje principal. Alfredo
Amestoy se une a Martín Ferrand para presentar “Nosotros”, el programa que va a
sustituir a “Noche del sábado”. No faltarán concursos, entre los que destacan “Gran
premio” y sobre todos, “Un millón para el mejor”, presentado por Joaquín Prat,
y del que aún se sigue recordando a algunos de sus concursantes, como el
alcalde de Bélmez o a Rosa Zumárraga.
Eran muchos los festivales
televisivos que a nivel europeo se celebraban, pero España había estado
ausente, hasta ahora, en la mayor parte de los mismos. En 1965 se atreve con la
presentación al Festival de Montecarlo de “El último reloj”, consiguiendo una
mención especial. Esto anima a TVE que, dos años después presenta a Chicho
Ibáñez Serrador con “El asfalto”, consiguiéndose el premio al mejor guión
original y la Paloma de Plata. Al año siguiente fue “Historias de la
frivolidad”, ganando la Ninfa de Oro en Montecarlo, la Rosa de Oro, el premio
Unda y el de la prensa del Festival de Montreaux.
EL ASFALTO
HISTORIAS DE LA FRIVOLIDAD
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